VUELVE EL CONCIERTO SOLIDARIO DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE LA UA A BENEFICIO DE PROYECTO HOMBRE ALICANTE

El evento se enmarca en el ‘Ciclo de conciertos de Primavera’ y cuenta con el patrocinio de la Fundación Manuel Peláez Castillo y CajaMar, Caja Rural y la colaboración de la Diputación de Alicante.

La Universidad de Alicante presenta su tradicional Ciclo de Conciertos de Primavera que, en esta edición 2022, está integrado por tres conciertos de la Orquesta Filarmónica de la UA (OFUA) en el Auditori del Teular de Cocentaina, el Auditori de la Mediterrània de La Nucía y el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), los días 12, 13 y 14 de mayo respectivamente. Los conciertos de Cocentaina y La Nucía serán gratuitos, a las 20 horas, y el concierto del ADDA, a las 19 horas, tendrá carácter solidario a beneficio de Proyecto Hombre Alicante, con un precio de entrada de 10 euros (en www.instanticket.es y en la taquilla del ADDA hasta una hora antes el mismo día del concierto). El Ciclo de Conciertos cuenta con el patrocinio de la Fundación Manuel Peláez Castillo, CajaMar Caja Rural y la colaboración de la Diputación de Alicante.

Con dirección de Tobías Gossmann, la OFUA cuenta este año en la parte formativa para la preparación de estos conciertos con profesionales de prestigio, entre los que se encuentran Kremena Gancheva, miembro de la Orquesta Nacional de España, en las cuerdas y Juan Osorio, profesor del Conservatorio profesional de música de Alicante Guitarrista José Tomás, para los vientos.

Gossmann ha elegido la sinfonía número 101 de Joseph Haydn y la 8ª sinfonía de Ludwig van Beethoven para el repertorio de este año. El director de la OFUA explica que ambas sinfonías tienen muchas cosas en común: “Resulta evidente el parecido de los segundos movimientos de las dos obras, con un ritmo general muy mecanizado.

De hecho, a la sinfonía de Haydn le pusieron el título cariñoso de “El reloj”, por el tic-tac casi constante del Andante. En el caso de Beethoven, se sospecha que su segundo movimiento estaba inspirado por el invento de un artilugio musical nuevo: el famoso metrónomo de Johann Nepomuk Mälzel, una evolución del cronómetro musical de Dietrich Nikolaus Winkel. Pero la similitud más importante de las dos sinfonías es el humor omnipresente, tratado con una maestría que solo genios musicales como Haydn y Beethoven pueden generar”.

Tobias Gossman añade que “escondido debajo de un mantel de cierta seriedad, casi ninguna frase transcurre sin alguna broma musical: desde falsas anacrusas, acentos contra compás, armonías sorprendentes o supuestamente equivocadas, ridiculizaciones musicales, hasta engaños constantes en las formas musicales. Al final, incluso da la impresión de que el proprio Beethoven se está burlando de sí mismo en su infinita búsqueda de una coda y de cómo terminar su sinfonía”.